lunes, julio 16, 2007

Miguelito

"Coño asere, que jodía esta la cosa", me comentó Miguelito el otro día. Miguelito es un socio mio que trabajó en un hotel en la playa hasta que lo botaron por cepillarse una turista canadiense. La canadiense no protestó, fue una atracción mutua, a ella le gustó la pinta del mulato y a Miguelito le fascinó el color de los pesos de ella.

La cosa se jodió cuando la norteña se levantó temprano, abrió las cortinas del cuarto y expuso a todos los que estaban en la piscina al encuerismo de Miguelito. Entre las quejas de las madres que temían que sus niños se traumatizaran por la desnudez de Migue, y las de las viejas que no habían podido a ligarse a Miguelito le tuvieron que dar pirey.

"¿Por que dices que esta tan jodía la cosa mi socio?, le pregunté. "¿Cual es la diferencia entre ayer y hoy?"

"Es que fíjate", me explicó Miguelito, "hasta ayer mismo tu sabes que yo no tenia problemas con nada, porque la jevita que tengo en el Salón Rosado siempre me tiraba un cabo. Pero ayer me enteré que un viejo italiano le había mandado una carta de invitación, ¡y la muy hachepé la aceptó! Pero no te preocupes mi hermano, yo me consigo otra madrina y sigo andando."

"Miguelito, ¿tu conoces la historia del tipo que lo cogió el aguacero en el medio del campo?"

"Manda pinga flaco, ¿eso es otro tus pujos?

"No, Migue es un cuentecito. Óyeme, a este tipo lo agarró un aguacero torrencial en pleno campo. Y como el tipo no quería mojarse mucho se acobijó bajo una ceiba enorme. Pero estaba lloviendo tanto que se dio cuenta que dentro de nada hasta esa ceiba se iba a llenar de agua y se iba a empapar de todas maneras. Pero el socio no se preocupaba, ¿sabes por que?"

"No sé, dime."

"El tipo razonaba que cuando se le llenara de agua la ceiba simplemente salia corriendo y se metía bajo otra mata."

Miguelito me miró esperando que siguiera el cuento, y cuando me quedé callado me gritó "¿Ese es el cuento? ¡Que clase de mierda mi socio!"

"Es que te engañé Migue, no es un cuento, es una parábola. ¿Que tu crees que le esta pasando a las demás matas cuando la ceiba del tipo se esta llenando de agua?"

La comprensión iluminó la faz de Miguelito. "Ay, ya te entiendo. Coño chico te deberías de meter a filosofo, así te oficializas como comemierda."

"Gracias, Migue, estoy para servirte."

4 comentarios:

Vana dijo...

Jajajaja Guinero, muy divertido tu cuento, la verdad viejo, deberias escribir un libro, la gracia te sobra

Rambito dijo...

MCDR (Me Cago de Risa)

Anónimo dijo...

Mi tio trabajo en el central Prividencia en Guines. Ahora le pusieron Osvaldo Sanchez en honor al hombre que mato a Camilo Cienfuegos.

Anónimo dijo...

Al Comandante hay que cambiarle los panales. Su molestia se refleja en sus Reflecciones.