Misu, misu, misu....
La nueva edición de la abuelita nos encomienda la cría de conejos para complementar proteínas a la dieta, y también proveer ingresos adicionales. Como muchas de la cosas que la abuelita publica, eso es comedura de mierda. Pero sí me trajo recuerdos del periodo especial, cuando varios vecinos míos se habían metido en la cría de conejos porque algo había que comer. En esos tiempos, por supuestamente una epidemia china pero creo yo que por joder, mandaron a matar todas las crías de conejos.
La carne de conejo se puso tan dura como todo lo demás, excepto en el barrio de Legüina. En ese barrio un yeto seguía vendiendo carne de conejo al por mayor. Se corrió la bola de que el tipo tenia conexiones mayimbes y que por eso mantenía su cría. Pero con el tiempo los residentes del barrio se dieron cuenta que la población de gatos disminuía precipitadamente.
Por fin un día alguien le dio un chivatazo al yeto, y como ya adivinaron se reveló que el socio había estado cazando gatos y vendiéndolos por liebres. Algunos se disgustaron, pero la mayoría calculó, que o gato o conejo, por lo menos habían comido, y en esos tiempos cualquier cosa venia bien.
3 comentarios:
Guinero, algo parecido paso aqui cuando llegaron los vietnamitas, a quienes se les acuso de acabar con los gatos que andaban por los vecindarios donde vivian. Esto fue en California.
asere ..el gato es el conejo tejano.
anda por las tejas..
compadre los gatos dejalo en los techos,no se comen
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